EL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO DE LA NUEVA ESCUELA

La nueva escuela representa el más vigoroso movimiento de renovación, en la cual se proponía que la educación fuera instigadora de los cambios sociales, que se transformara al igual que lo estaba haciendo la sociedad. Para lograr estos cambios fue muy importante el desarrollo de la sociología de la educación y de la psicología educacional, con pioneros como Adolphe Ferriére, quien fuera el principal divulgador de la escuela activa y de la educación nueva en Europa, para él lo vital era conservar la espontaneidad en los alumnos, fundó en 1899 el Comité Internacional de las Escuelas Nuevas en donde pretendían brindar una educación integral, activa y autónoma, en donde el centro de atención fuera el alumno. Aspectos que se siguen trabajando hoy en día, enfocados claro en la sociedad y en sus necesidades actuales. Criticaba a la escuela tradicional que coartaba la alegría, el regocijo, la espontaneidad, las risas, y en su lugar daba inmovilidad, silencios y límites.

Otro de los grandes pioneros es John Dewey, cuyo nuevo ideal pedagógico era la enseñanza en la acción y no por la instrucción, para él la experiencia concreta de la vida se presentaba siempre a los problemas que la educación podría ayudar a resolver. Actualmente en planes y programas de estudio, en la asignatura de matemáticas se maneja justamente con un enfoque problematizador, en donde como menciona Dewey el alumno pasa por diversas etapas de resolución, buscando diversos caminos para resolverlo de manera correcta, dichos problemas no sólo se enfocan a cuestiones meramente matemáticas, sino problemáticas en su vida diaria. Es entonces la educación un proceso y no un producto, no basta sólo con llegar a un resultado, sino verdaderamente analizar cómo se llegó a él.

El principal propósito u objetivo de la nueva escuela es preparar al joven para sus futuras responsabilidades y para el éxito en la vida, las materias de estudio, así como los patrones de conducta apropiada no vienen del pasado, la actitud de los alumnos, de modo general, debe ser de docilidad, receptividad y obediencia. Los libros, manuales escolares especialmente, son los principales representantes del conocimiento y de la sabiduría del pasado, y los profesores son los órganos por medio de los cuales los alumnos entran en relación con ese material.

William Heard Kilpatrick contribuyó con el método de los proyectos, enfocados en la actividad práctica de los alumnos sobre todo manual, abarcaba actividades como narraciones, descubrimientos, juegos. Clasificaba los proyectos en cuatro grupos: de producción; de consumo; de resolución de algún problema; o de perfeccionamiento de alguna técnica. Para él la educación debía ser de acuerdo a diferentes niveles ascendientes cada vez más elaborados.

Otra contribución de la Escuela Nueva es el método de los centros de interés del belga Ovide Decroly, en donde educar era partir de las necesidades infantiles y en donde se desarrollaban la información, la asociación y la expresión.

Una contribución que ha tenido gran relevancia no sólo en la edad infantil es la de María Montessori, quien ha contribuido a construir una enorme cantidad de juegos y materiales pedagógicos que se siguen utilizando actualmente en algunos preescolares, también ayudó a fabricar pequeños objetos para que los niños tuvieran mejor acceso a ellos como, por ejemplo: sillas, mesas, estantes. Mediante sus juegos Montessori logró hacer que los niños, mediante el tacto, la vista, la presión pudieran distinguir colores, formas, espacios, tamaños, etc.

Consideraba que el niño no puede llevar a una vida normal en el mundo de los adultos, ya que éste con su vigilancia, sus órdenes, perturba e impide su desarrollo, fomentando en él una necesidad intensa de liberarse. Nuestro papel como docente no es ser carceleros, más bien debemos prepararles un ambiente agradable, de libertad, dejar que sea él quien encuentre su camino a la cultura y la perfección, debemos renunciar a aspectos que considerábamos nuestros, a leyes y aspectos muy estáticos, dejar que los alumnos con sorprendan y se sorprendan a sí mismos con todas las nuevas cosas que descubren diariamente en el aula.

Jean Piaget investigó principalmente la naturaleza del desarrollo de la inteligencia en el niño, propuso el método de observación, del que derivó la pedagogía experimental para plantearse cómo el niño organiza lo real. Criticaba la escuela tradicional que enseñaba a los niños a copias y no a pensar, ahora los docentes debían de respetar las etapas del niño, el objetivo ya no era copiar o repetir, sino aprender por sí mismo la conquista de los verdadero.

Otra gran aportación al campo educativo y que en lo personal me ha dado muchos frutos para favorecer el aprendizaje de mis alumnos, ayudarles a aprender a aprender, a aprender a enseñar, a organizar su propio conocimiento para después trasmitirlo a los demás, es Roger Cousinet con su método de trabajo en equipos, el defendía la libertad de enseñanza, de trabajo colaborativo, gracias a él los mesabancos fueron desclavados del piso para poder moverlos y acomodar a los jóvenes uno frente al otro. Todos estos métodos se perfeccionaron gracias a los avances y cambios en la sociedad, llevaron al salón de clase la radio, el cine, la televisión, el video, la computadora y las máquinas de enseñar, nuestra tarea es actualizarnos, renovarnos, aprender y estar al día en estas nuevas tecnologías, analizar nuestra practica y mejorar cada día nuestra labor docente.

El educador brasileño Paulo Freire observó que la escuela sirve como práctica de la dominación y como práctica de la libertad. Educar no es imponer, tampoco es ser omiso, ni indiferente, el papel del educador es intervenir, tomar posición, mostrar camino y no omitirse. La omisión es también una forma de intervención.

Édouard Clarapéde, influyó definitivamente en los modernos conceptos de educación, en  1912, fundó el Instituto Jacques Rousseau, enGinebra, que más tarde se haría famoso gracias a la obra del psicólogo Jean Piaget, para él la pedagogía debía basarse en el estudio del niño, decía que la infancia es un conjunto de posibilidades creativas que no deben ser frenadas. Claparéde creó entonces un método, denominado educación funcional, que procuraba desarrollar las aptitudes individuales y encaminarlas para el interés común.